Cuando alguien abre un juego de naipes de tarot se encuentra con toda la historia de las emociones, sentimientos, pasiones, alegrías angustias, esperanzas, turbaciones, deseos, ilusiones, dudas, anhelos, gozos, miedos... de todos los seres humanos sin excepción. Conviene mirar las cartas con ojos limpios, corazón puro, cabeza cubierta y pies descalzos. Mi forma de ver y vivir el tarot huye de la publicidad en radios, televisiones y medios diversos. No deseo formar parte del espectáculo mediático con el hipotético objetivo de "vender más". El tarot es en asunto serio, la simbología y el mensaje que contiene atañe a lo más profundo del ser humano, de cualquier tiempo y en cualquier espacio y esto no puede ser mancillado alegremente y con frivolidad, todo lo contrario, uno ha de admirarse ante tanta sabiduría, respetar y venerar su contenido como bien se merece. Mi lectura de tarot está basada en la sinceridad, la discreción, la sencillez, la naturalidad, la humildad, la austeridad y el respeto hacia el consultante y hacia todas las personas que nos han precedido en el arte de la adivinació y que nos legaron sus consejos y enseñanzas. También intento ser garante de la esencia pura de la adivianción a través de los naipes para las generaciones futuras. Marcos de la Osa.